domingo, 30 de octubre de 2011

EL VELO DEL AMOR

El alumno Manuel Fernández Mitchell nos ha enviado este precioso relato que presentó en el concurso literario Gloria Fuertes.


EL VELO DEL AMOR

Los humanos hemos sido creados por Alá para predicar lo que le anunció a Mahoma, “El profeta”.


Mi nombre es Lucas y soy musulmán pero nací en España.


Mi padre murió a los dos años de mi nacimiento en un accidente de coche. Se llamaba Rafael González.


Fue entonces cuando mi madre tras su muerte intentó rehacer su vida con otro hombre, que fue Guillermo García. Él no era musulmán, era español pero que se había trasladado a Marruecos debido a que perdió a su familia española y solo le quedó la de Marruecos. Algo parecido le paso a mi madre, aunque nunca me lo quiso contar.


Cuando yo tenía cuatro años se casaron, pero no como dice el libro sagrado, lo que hicieron fue casarse al estilo español. Mi madre Cristina y Guillermo estuvieron casados un año y medio, ya que cuando yo tenía cinco años mi madre murió. Ella no padecía enfermedades ni nada por el estilo, fueron causas muy extrañas que tienen su explicación pero que es mejor esperar para contarlas..


A partir de ese día, Guillermo vivió conmigo y luchó para que yo no fuera feliz.


Actualmente tengo 34 años y vivo en Madrid, aunque antes vivía en Fez pero debido a las circunstancias de la vida me vine a Madrid, para ser feliz.


Os contaré la razón por la que me vine a vivir a Madrid y no continué viviendo en Marruecos.


Ciudad de Fez, mayo de 1990


Con 22 años y vivía en Fez. Mis amistades no muy intimas, me consideraban un bicho raro ya que debería haber contraído matrimonio a los 13 años, pero yo no lo hice por varios motivos: las posibles esposas que Guillermo eligió para mí no eran de mi agrado y debido a eso no elegí a ninguna, y también había otro motivo que en mi religión era muy grave: la homosexualidad. Sí, yo Lucas González Rodríguez era homosexual y lo sigo siendo. Llevaba ocultándolo durante más de nueve años, excepto a una persona que la consideraba y la considero la más importante en mi vida, Samira Merabak. A esta chica la conocí cuando entré en la escuela y desde entonces somos grandes amigos, aunque no podemos vernos en público ya que sería un escándalo y la acusarían de esparcir la corrupción sobre la tierra. También no nos vemos mucho debido a la distancia a la que estamos.


Samira sabe toda la verdad sobre mi vida: mi orientación, todo lo que Guillermo ha hecho para destruir mi vida…


El día en el que toda mi vida dio un vuelco fue el día en el que unos amigos de Guillermo decidieron hospedarse en su casa durante unos tres meses, por cuestiones de trabajo.


- Zoraida, ¡abra la puerta, por favor! – exclamó Guillermo


Cuando Zoraida abrió la puerta, aparecieron Daniel Ferrer y Sofía Ramos.


Cuando entraron, Guillermo les mostró la casa y después Zoraida les sirvió un té. A la hora y media de que ellos hubieran llegado, bajé a la sala.


Le di un beso en la mejilla a Sofía y después me ocurrió algo muy extraño cuando le di la mano a Daniel. Cuando le estaba dando la mano mira su rostro y me quedé paralizado, en ese momento sentí escalofríos, alegría, temblor… Era una mezcla de todo.


Después de todo esto, cuando estábamos en la sala todos reunidos me sentí incómodo ya que no paraba de mirar a Daniel y de sentir una mezcla de sentimientos (hormigueo en el estómago…).


- Lucas, ¿por qué no acompañas a Daniel a ver la ciudad? Yo me quedaré aquí con Sofía, ya que no estaría bien que paseara por la medina con este vestido – ordenó Guillermo.


- Por supuesto, Sidi Guillermo – respondí un poco avergonzado.


Daniel era muy simpático, amable e intentaba llevarse lo mejor posible con la gente. Le enseñé la Medina y el gran aeropuerto de Fez.


- Oye Lucas, me gustaría ir a visitar las ruinas de Fez – sugirió Daniel.


- Como quieras – respondí.


Fuimos a ver las ruinas de Fez. Una vez allí, Daniel me preguntó:


- ¿Qué es lo que te ha pasado cuando estábamos en la sala que te has quedado un poco aturdido? Porque a mi me han pasado un millón de hormigas por el estomago – dijo Daniel.


- - A mi me ha pasado lo mismo – respondí un poco nervioso.


De repente, los labios de Daniel y los míos se juntaron. Cuando eso pasó parecía como si hubiera entrado en el paraíso, era inexplicable. Sus labios eran cálidos y besaba de una forma muy apasionada. Había algo evidente, Daniel y yo nos habíamos enamorado.


- Llama a tu padre y dile que nos hospedaremos en un hotel debido a que se nos ha hecho tarde. Y no preguntes porque, tu solo bésame y no te separes de mí, porque lo único que quiero es estar junto a ti y no separarme nunca. ¡Te amo! – dijo Daniel.


- De acuerdo, yo quiero pasar la noche junto a ti y no separarme nunca de ti – dije muy entusiasmado.


Sin dejar de besar a Daniel cogí el teléfono para llamar a Sidi Guillermo.


- Sidi Guillermo, se nos ha hecho tarde y Daniel me ha sugerido hospedarnos en un hotel. Quiere que vayamos a una fiesta que hay aquí en el club del hotel “Riadfes” – dije con miedo a que dijera que no.


- Bueno, se hará todo lo que Daniel diga. Dile a Daniel que Sofía quiere hablar con él. Te la paso –dijo Guillermo con tono grosero.


- De acuerdo, padre – dije


- Dime Sofía – dijo Daniel


- Te voy a echar mucho de menos. No puedo estar sin ti una noche – dijo Sofía.


- Mañana volveré. Pero cuando vuelva mañana, me gustaría que habláramos sobre un tema muy importante. Pero mañana ya te lo digo. Adiós – dijo Daniel


- De acuerdo. Adiós – dijo Sofía no muy convencida.


Sofía quedó pensando que podría ser lo que Daniel quería decirle. Se llevó dándole vueltas toda la noche.


La noche de este día la pasé junto a Daniel, fue la mejor de toda mi vida. Estuve junto a él, no me quería separar, ni quería que se terminara el momento nunca. Me había dado cuenta de lo mucho que lo amaba, era el amor de mi vida, pero un amor con un final no muy feliz, Maktub, lo que tiene que pasar está escrito. Una gran tormenta llegaba ahora a mi vida, un sin vivir ya que ni Guillermo ni Sofía aceptarían nuestra relación.


Al día siguiente, llegamos a mi casa. Una vez allí, Daniel le dijo a Sofía que subiera a la habitación que tenía que hablar con ella urgentemente.


- Sofía, tengo algo que decirte – dijo Daniel con angustia.


- Dime – respondió Sofía asustada.


- Sofía, llevamos casados cuatro años y yo nunca te he sido infiel, pero te voy a ser sincero… he conocido a otra persona que me ha vuelto loco de amor por ella. Lo siento. – dijo Daniel


- - ¿Qué? ¡Que después de cuatro años te enamoras de otra y te vas con la que acabas de conocer, que fuerte! Esto no se va a quedar así. Te prometo que haré todo lo que esté en mi mano para que tú y esa mujer nunca estéis juntos – dijo Sofía muy enfadada.


- Sofía, no te enfades – dijo Daniel intentando que Sofía se calmara.


- Sí me enfado porque me parece muy mal lo que has hecho. Me voy de esta casa. Adiós- dijo Sofía.


Sofía muy enfada cogió su maleta y sin decir nada a nadie salió de la casa. Pero lo que no iba a hacer Sofía era irse de Fez. Su plan era esperar a que Daniel saliera de la casa para saber donde iba y con quién.


- Te espero en las ruinas dentro de quince minutos – susurró al oído a Lucas


- De acuerdo, allí estaré – respondí


Lo que Daniel y yo no sabíamos, era que Guillermo había visto como me susurraba Daniel al oído. A partir de esto, Guillermo sospecho y decidió seguirme.


Fueron Guillermo y Sofía las personas que nos siguieron.


Cuando llegamos a las ruinas me encontré con Daniel, y lo primero que hice cuando lo vi fue besarle y decirle que no se apartara de mi lado nunca.


Guillermo y Sofía vieron todo lo que hicimos, aunque se fueron sin decir nada. Daniel y yo no los vimos.


- No me creo lo que he visto, a Daniel besándose con Lucas – pensó Sofía.


- Ese mal nacido es homosexual y se va con el primer hombre que pasa por la medina – pensó Guillermo.


Guillermo y Sofía se encontraron en la medina y decidieron irse a un sitio más discreto para conversar.


- Guillermo, tengo que contarte algo muy importante que te va a impactar demasiado – dijo Sofía aún sorprendida por lo que había visto.


- Pues yo también. Pero empieza tu primero – dijo Guillermo.


- Esta bien. Ya se el motivo por el cual Daniel me ha dejado. El me dijo que se había enamorado de otra persona, pero lo que yo no sabía era que esa persona de la que se había enamorado era un hombre. Ese hombre es Lucas – explicó Sofía.


- Pues eso era lo mismo que yo quería decirte a ti – dijo Guillermo.


Después de una larga conversación sobre lo que habían visto, a Sofía se le ocurrió un plan para romper el amor que había entre Daniel y yo.


El plan de Sofía era fingir que Guillermo y ella aceptaban la relación de Lucas con Daniel, y enviarlos una noche a un hotel. La habitación del hotel tendría una cámara, y esa cámara estaría grabando todo lo que pasase en la habitación. Después de esto, pensaban enviar el contenido de la grabación a la televisión pública de Marruecos.


Guillermo llamó a Lucas y Sofía llamó a Daniel.


Daniel y yo llegamos a la casa de Sidi Guillermo un poco asustados.


- Bien. Sofía y yo sabemos que entre ustedes dos hay una historia de amor que ha nacido en un día. Sofía y yo aceptamos que llevéis una relación, pero nos gustaría advertiros de que si se llegaran a enterar en la medina, seríais castigados con los 80 latigazos – dijo Guillermo.


Daniel y yo nos sorprendimos mucho al oír lo que Guillermo nos dijo. Después de escuchar esto nos fuimos al hotel que nos habían reservado.


Pasamos una gran noche, igual que la de la noche anterior juntos Daniel y yo. No paraba de repetirle a Daniel lo mucho que lo quería y que nunca me separaría de su lado.


Yo me preguntaba como dos personas se podían enamorar en tan poco tiempo, porque nos habíamos conocido el día anterior. Pasamos una noche muy romántica y sin deseos de que terminase.


Al día siguiente, volvimos a la casa de Sidi Guillermo. Él nos comunicó a Daniel y a mí que Zoraida nos había preparado una habitación para Daniel y para mí, y que allí podríamos estar los dos juntos sin que nadie nos molestase.


El plan de Guillermo y Sofía había salido a pedir de boca. Sofía se había encargado de enviar el vídeo a la sede de la televisión pública de Marruecos.






Ciudad de Fez, julio de 1990


Pasaron dos meses, en este tiempo Daniel y yo habíamos tenido tiempo de conocernos mejor y hacer cosas juntos (ir a la medina, recorrer la ciudad,…) pero siempre que nadie sospechara sobre nuestra relación.


Un día de julio cuando iba con Daniel a visitar Casablanca, Samira me llamó horrorizada ya que había visto en la televisión imágenes mías y de Daniel besándonos en un hotel de Marruecos.


- Debéis de huir, ya que seréis buscados por las autoridades de Marruecos.


Daniel y yo no sabíamos que hacer. Monté en cólera y decidí volver a Marruecos a pedirle una explicación a Sidi Guillermo.


A la hora y media, llegué a casa de Sidi Guillermo.


- Guillermo, eres un cerdo. Ya que has arrastrado mi nombre y el de mis padres por la medina debido a que has enviado la grabación de la noche que supuestamente tú y Sofía nos habíais regalado – dije muy enfadado


Guillermo no sabía que decir. A mí y a Daniel se nos acababa el tiempo ya que debíamos salir de Marruecos antes de que fuéramos capturados por las autoridades.


- A ti Guillermo y a tu cómplice Sofía, os deseo que ardáis en el mármol del infierno para que paguéis con creces lo que habéis hecho, sobre todo tu Guillermo – dije muy enfadado.


Antes de irme, Guillermo me dijo:


- Lucas, antes de que te vayas me gustaría contarte lo que pasó la noche que tu madre falleció:


Tu madre y yo habíamos discutido debido a que se había puesto celosa porque me había visto paseando por la medina con una mujer. Yo era consciente de que era mentira, pero ella insistía. Me enfadé de tal forma que cuando estaba durmiendo con una almohada la ahogué.


También me gustaría pedirte perdón ya que te he hecho la vida imposible en tu infancia (te he prohibido salir, te he buscado las peores esposas, te he pegado por tonterías,…)


Después de que Guillermo dijera esto me derrumbé y quise golpear a Guillermo pero Daniel lo impidió.


- Púdrete Guillermo y que Alá te aparte de mi vida – dije como últimas palabras a Guillermo.


Después de todos estos sucesos, Daniel y yo huimos de Marruecos. Pasamos varias semanas en una pensión de Sevilla, estuvimos en un pueblo de Castilla – La mancha durante un mes y medio, y finalmente nos vinimos a Madrid donde llevamos viviendo más de quince años.


Me convertí al cristianismo y después de esto contraje matrimonio con Daniel. Antes de la boda, compramos un pequeño apartamento aquí en Madrid.


Aún pienso en toda mi infancia, lo que Guillermo me hacía, a mi madre, cuando Daniel y yo nos conocimos,…Todo esto que me hace decaerme lo supero cuando estoy con Daniel. Lo amo más que a nada en este mundo y se que Maktub ha escrito en mi destino que no debo separarme de el nunca.


De Guillermo y de Sofía actualmente sé que Samira los denunció y que por eso fueron castigados con los 80 latigazos. Ellos ahora no me preocupan, ahora nada me preocupa, solo quiero vivir feliz y junto a la persona que amo que es Daniel.


MAKTUB, ESTABA ESCRITO.


FIN






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